Prueba de rol II: Sargas Arkahb

por **Raven Alexia** Dom Jul 07, 2013 2:17 am

Apenas los sonidos de la gran ciudad se podían percibir en ese enorme vacío entre el final del camino y el inicio de otro más grande. Aquellas afueras de la ciudad más cercana, tenían una apariencia gris y lúgubre, sin ninguna señal de que existiera vida realmente. Un viento tenue soplaba con cierto toque mórbido y siniestro, apenas levantando ciertas hojas de papel tiradas de forma extraña, que no contenían realmente información importante, solo anuncios de lo que podría ser un espectáculo que cayó bajo los efectos de aquella guerra.

El lugar, era una total pocilga, difícil creer que existiera una carretera tan desolada y sucia como esta, aun perteneciendo a una de las carreteras principales de aquella gran ciudad.

A lo lejos de esa carretera, se encontraba una silueta esperando, aguardando la llegada de alguien importante, como si supiera, que realmente llegaría.

Rol Off: Muy bien señor Sargas, el número de párrafos en su texto puede ser de su preferencia, siempre y cuando no sean menos de 5. En tu primer post trata de que incluir una redacción sobre el personaje afrontando sus recuerdos, dichos recuerdos puedes basarte de su historia. Al final, debes encontrarte con mi personaje que te espera, e interactuar como tu consideres conveniente dada a la historia del personaje. Eso es todo por el momento, suerte.

por **MiembroNeoWorld** Dom Jul 07, 2013 8:43 pm

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que fui herido?, valla que ha pasado tiempo viéndome envuelto en tener que ocultarme tras la faz de una raza tan inferior como lo es el ser humano. Convenientemente logre robar un imperio al matar al líder de esta gran empresa de armas militares, era realmente una ironía para mí, siendo que mi rencor ante la milicia me hiciera esconderme tras la fachada de sus mismas municiones.

En la ciudad, la gran edificación Point Dans Le Ciel sobre salía de las demás, eme ahí mirando por el gran ventanal de un edificio de más de 100 pisos, muy bien equilibrada y reforzada con tecnología ya no simplemente humana, mi intelecto ya se había involucrado en esto, lo cual al levantado la inmensa suma de dinero que este burdo planeta pudiera ofrecerme. No había más que admirar como los incautos se paseaban con tanta tranquilidad por las calles sin saber que pronto volverían temblar bajo una nueva guerra.

Mi último intento se vio frustrado tras la impertinencia del general Nathaniel Flint que no solo frustró mi escape, si no herirme de tal gravedad que me obligo a tomar esta apariencia, aunque pensándolo detenidamente me dio más tiempo para darme cuenta de su detestable comportamiento tan primitivo, siempre hablando de lo detestable y crueldades de nosotros los Virus, Cuando son ellos quienes mismo se destruyen sin necesidad de que yo interfiera en ello. No conforme con ello, solo buscan culpar lo que es diferente a ellos. Detestable escoria, debí acabar con ellos desde hace tanto tiempo, más el interés que debía racionar de ellos, los dejo vivir un tiempo más a lo planeado, sumado a la impertinente aparición de Nathaniel es que sigue aquí.

Con tanto tiempo de contemplar la decadencia humana, las puertas del elevador de mi oficina se abren de par en par, saliendo de tras el uno de mis tantos sirvientes de esta identidad falsa – señor Cross, se hace tarde para la presentación en el regimiento del oeste – no era que fuera algo tan relevante para mí, por lo que tan solo asentí con mi diestra indicándole que se retirase de mi presencia, siendo que al contemplar el abismo una última vez, me dispuse a cumplir con lo estipulado de mis nuevos negocios.

Ingrese en mi trasporte, un elegante carro de color negro, aunque no cualquier negro, brillaba como espejo y el molde de la carrocería no era de un carro ordinario visto en el mundo, esta pieza de ingeniería era una obra maestra únicamente mía, su aspecto bizarro era de lo más referente a mi persona y con lo mismo realzaba mi gran ego al saber que todos los que vieran mi vehículo, me identificaban inmediatamente.

Saliendo de la bulliciosa ciudad, no abrimos paso por los desolados caminos de esas carreteras, para mí era un deleite ver tanta sequia a mi paso, me hacía recordar aquellas épocas de guerra, con lo que logramos devastar varias partes por donde pase, eran bueno recuerdos sobre todo porque aun pienso en la joven Janice Thomssom, precisamente fue en escenario igual en el que nos conocimos, era una de las pocas mujeres brillantes de este mundo, pudo a verme sido de utilidad, pero se negó a mostrarme sus descubrimientos, aunque siempre creí que tendría una nueva oportunidad, por esa razón no acabe con su vida, era de gran interés para mis propósitos aunque con el tiempo no había escuchado nada de ella, no de la misma forma que de sus colegas, ¿habría muerto entonces?... no era tan creíble ese hecho, los pedazos de su invaluable diario que yo mismo esparcí han ido saliendo a la luz por el científico Fausto Du Lioncourt, ella seguía con vida en algún lugar y habría de encontrarla nuevamente para hacer que esta vez trabaje para mí.

Tantos nuevos proyectos y situaciones iban creciendo en mi mente para nuevos fines, cuando a la distancia divise la silueta de una persona, que extraño era que alguien estuviese en un lugar tan poco concurrido y sobre todo tan olvidado como lo era esta zona de carretera. Con un chasquido de mis dedos, mi medio de trasporte se detuvo, la obediencia era algo que siempre eh requerido y exigido, aun con mi falsa apariencia, me las ingenie para conseguir educar a bestias tan primitivas como estas, tan solo con dinero y fuerte presencia logre hacerme de un reputación tan similar a mi verdadero yo.

Una breve espera silenciosa antes de que las puertas fuera abiertas y así poder ver más de cerca a aquella persona, por su particularidad, sabría muy bien que no era del tipo de gente de la cual estaba rodeado ahora más que nunca, era como si deseara mostrarme algo, el hecho de que estuviera en un lugar tan apartado, justamente cuando los recuerdos de mi pasado volvían tan frescos, debía ser por aquella extraña silueta, quien parecía silenciosamente llamarme.

Al abrir la puerta un extraño viento movió los rojizos cabellos largos que adornaban mi cabeza, la brisa fresca golpeó mi ovalado rostro adornado con un sutil barba del mismo color que mi cabello la cual era cubierta por la mitad derecha una máscara blanca. Me levante y al hacerlo me acomode las mangas largas de mi traje de terciopelo negro adornada con bordes dorados, parecido al de un uniforme militar pero mucho más elegante para un hombre de negocios, acto seguido tome de dentro del auto un sombrero tipo akubra que hacia juego con mis vestimentas.

Me dispuse acercarme a pasos lento, llevando mis manos a mi bolsillo izquierdo donde retire un par de guantes blancos los cuales me colocaba con toda la tranquilidad y calma del mundo, una vez cerca la aquella persona, la que resultaba ser un joven de extraña apariencia, pero ante mi resultaba evidente lo que ella era en realidad. En cuando estuve a su rango, con seguridad deslice mi mano derecho dentro de mi saco pudiendo acceder a un cigarrillo de textura suave el cual encendí y contemple a la señorita con una sonrisa coqueta pero algo siniestra, en espera de que me revelase las circunstancias de su presencia en este lugar.

por **Raven Alexia** Dom Jul 07, 2013 9:18 pm

Un auto se detuvo a mitad de la carretera, dando a paso a un hombre de apariencia joven y atractiva, aparentemente humano, y pensaba, aparentemente, ya que en estos días en nadie se puede confiar. Se mostró confundida ante la seguridad y lentitud a la que se dirigía a ella, haciendo el menor ruido posible, de hecho, no pronunció palabra alguna, parecía que no las necesitaba, como si estuviera acostumbrado a que sus ademanes eran más que suficientes para entenderle.

Miró fijamente a aquella persona, hasta que estuvo dentro de su rango, ni muy cerca, ni muy lejos, y por su mirada, no era difícil notar que el ya tenía enterado que se trataba de una Virus, lo cual era algo que no se molestaba mucho en ocultar, ya que para ella no era necesario hacerlo.

- Supongo que eres tú a quien yo esperaba –

Le dice en forma pasiva, casi en un susurro, su voz era apagada, sin emoción alguna, era la voz del vacío que existía en su interior, un vació del cual culpaba a su propia raza, por renegarla de su destino y arrojarla como basura, para vivir toda una vida de confusiones, sin la posibilidad de ser igual a los humanos.

Su rostro, inexpresivo, por primera voz mostró un semblante de molestia, entrecerrando sus ojos mientras le miraba, no sabría si se trataba de esa persona a la que esperaba, pero si lo fuera, pronto lo averiguaría.

Comenzó a caminar hacía el, acercándose lentamente hasta quedar frente a frente, desenvainando su espada oscura y filosa, con intenciones de cortarle la cara de un movimiento rápido, si lo detenía, entonces era la persona que esperaba.
Tomando impulso con su mano derecha, hace un corte transversal dirigido hacia arriba, directamente a la cara de aquel individuo pelirrojo que estaba frente a ella.

Rol Off: Muy bien, tu post quedó perfecto, ahora en este siguiente post te voy a pedir que hagas uso de un efecto de tus habilidades para defenderte de mi ataque, no importa cual ni la cantidad, con uno bastará. Terminando tu post, en rol off deberás colocarme los efectos de tus habilidades como si fuera una ficha, de esta forma:

Habilidad: Ilusionista
- Puede crear ilusiones palpables
- Crea ilusiones que confunden al enemigo
- etc etc

La cantidad de su post puede ser a su gusto y recuerde que los efectos también, suerte y podemos continuar.

por **MiembroNeoWorld** Dom Jul 07, 2013 11:23 pm

No fue lo que esperaba encontrar, el contexto de la joven era algo distante pero particularmente intrigante, no ocultaba su naturaleza característica por ser un Virus, sobre todo que a pesar de al principio carecer de emoción alguna sus pensamientos eran un libro abierto que podía ser leído con mucha facilidad.

Con tan solo ver su acercamiento hacia mi posición me hizo estar a las expectativas, pudiendo apreciar desde antes sus intenciones claras de atacar mi persona. Súbitamente, ante su funesto corte logre esquivarlo, llevando mi cuerpo con tan solo unos leves pasos atrás, tirando así mi cigarrillo. Aunque de cierto modo logro llevarse con ello, la mitad de la máscara blanca que cubría la mitad de mi rostro derecho, revelando solo esa parte por breves momentos mi verdadero yo, un ser de tez azul con gafas oscuras rotas, con notar partes de cabello oscuro como la noche y al igual que el pelo rojizo falso, también era largo.

Aunque fue tan rápido como un pestañeo de la joven, el semblante de identidad falsa lo cubrió ante sus incautos ojos, previendo su desconcierto ante lo que posiblemente ella pudo ver o no haber visto en esos momentos, notaria la que yo, no me encontraba frente a ella, más bien estaba tras de ella rodeándola con mis diestra el cual no era mi brazo, sino una pieza de arma blanca muy filosa, como si fuera un guillotina a punto de degollar a su víctima. – no sé a quién estas esperando, pero te aconsejo que no pienses mucho antes de actuar – el tono de su voz era completamente profunda digno de su porte.

Con ello, la libero. Apartando el frio metal filoso de su garganta sin hacerle ningún corte, dejando ver que lo que supone debería ser su brazo derecho era toda la pieza de cuchilla que la tenía al borde del fin, con lo que presencia como aquella navaja se comienza a distorsionar como si se tratase de un mal imagen, volviendo a verse nuevamente su diestra tal y como al principio, incluso ajusto su guante blanco nuevamente.

En un lapso de silencio entre que hacemos contacto visual, volví a sacar de dentro de mi saco un nuevo cigarrillo – ¿A quién estas esperando jovencita? – su voz vuelve a ser escucha, pero esta vez sus labios estaba ocupados, ya que estaba encendiendo su cigarrillo e incluso no pareció provenir de su dirección, más bien se produjo desde el interior de su mente.

Modo Rol Desactivado

Morfo

· Convertir su cuerpo en cualquier propiedad elemental, ya sea líquido, sólido o gaseoso para reducir daños de ataques físicos y elementales.

· Copiar la apariencia de sus contrincantes por tiempo limitado

· Copiar un efecto de una habilidad de sus contrincantes por tiempo limitado.

Telepatia

· Comunicarse mentalmente con quien desee que lo escuche

· Crea confusión en las mentes de los demás ya sea para evitar un ataque o para defenderse. Tipo de golpe mental.

· Prevenir en un 20% los ataques a su persona reduciendo así el 20% del daño a recibir

por **Raven Alexia** Dom Jul 07, 2013 11:56 pm

Fue un leve segundo en cual las cosas para ella cambiaron radicalmente, pues aquel hombre de apariencia llamativa, logró apenas esquivar su ataque, rozando solo aquella mascara que cubría la mitad de su rostro, mostrando que debajo de ella se escondía otro que apenas pudo reconocer debido a la velocidad en la que ese rostro se transformaba en la otra mitad que le hacía falta para verse totalmente humano.

En ese momento, entendió todas las cosas, entendió de quien se trataba, aunque no sabía de quien se trataba realmente, pero fue entonces que su primer sentimiento se reflejó en su rostro, miedo, sentía mucho miedo, terror a morir, se sentía perturbada y además, no tenía la menor fuerza para enfrentarle, era como si en ese momento sintiera culpa, de haber levantado la mano a su propio padre.

En ese momento, en el que él la tenía rodeada con su brazo convertido en guillotina, y la liberaba, sintió su cuerpo pesado, y cae al suelo de rodillas frente a él, sin atrever si quiera a levantar su rostro por temor a mirar de nuevo esos ojos.

- Entonces… eres quien yo esperaba –

Suspiro un momento y recupero la compostura, deshaciéndose de aquellos nervios que la invadieron, para incorporarse y hacerle una reverencia, indicándole con ello que ahora entendía quien era él, aunque no tuviera idea, entregando su lealtad a él.

- Mi señor… lo esperé mucho tiempo… -

Dijo apenas en un leve susurro, mientras dejaba que sus acciones demostraran ese respeto natural que sentía por aquel ser.

Rol Off: Como último post, ya que desarrollaste la historia y tus habilidades, debes finalizarlo con una despedida de acuerdo al carácter que le forjas al personaje de acuerdo a su historia, es un post libre, puedes tomar las acciones que quieras, siempre y cuando reacciones de acuerdo al personaje, es la última prueba que define cuan realmente estas metido en el personaje. Sin más que agregar, espero tu post, y finalizamos la prueba.

por **MiembroNeoWorld** Lun Jul 08, 2013 1:02 am

Como era de esperarse, la intrigante joven que yacía a mis pies, rápidamente comprendió a quien debía guardar respeto, acción que se vio reflejada en aquella reverencia. A pesar del tiempo y de su ausencia, aun había Virus que le recordaban y respetaban como tal, debido a las leyendas forjadas tras años y años de perpetua lucha por salvar a su pueblo aunque también conocido por su crueldad con quien sea que trate de perjudicar a su raza, aunque pertenezcan a la misma.

Me acerque donde esta joven me reverenciaba y tome su cabeza en una acción de reconocer su devoción y respeto, hasta pareció algo paternal de su parte, aunque no tendía a comportarme como tal, pero reconocía el coraje y el hecho de que se diera cuenta de su gravísimo error, un error que le hubiera causado el despedirse de este mundo. – Aun no es momento de que sepan de mi – dije a la joven que en cuanto pudiera verme, notaria el cambio de apariencia real, esa apariencia de la cual esta descrita en todo escritos relevantes de “Sargas, el Virus”. – Este mundo aun no sucumbido al caos, cuando menos lo esperen… esta tierra volverá a temblar nuevamente al nombre de Sargas Arkab – en ese momento, solté la cabeza de la joven y me encamine nuevamente a mi trasporte sin antes detenerme detrás suyo. – ¿Raven, no es así? – pregunte siendo que ya mi apariencia volvió a ser la del hombre pelirrojo de antes, no solo había prevenido su ataque, si no también había sondeado su mente, con lo que pareció conocer su nombre. – Necesitare de personas confiables para volver a terminar lo que empecé hace años. – tomo nuevamente su camino dejando a la joven atrás.

Las puertas del vehículo en el que había llegado se abrieron nuevamente, las cuales ingreso en el con el porte de empresario distinguido del que había robado para esconderme hasta que llegara el momento, miro nuevamente a aquella joven. – Si accedes, solo tienes que pensarme y lo sabré.- le indique con mi dedo índice sobre mi cabeza, haciéndole una señal obvia de que ahora en adelante sabría cada paso que ella diera a partir de aquí, algo por el cual mi reputación era tan temida, no había nada que se saliera de mi control y mucho menos de alguien que me traicionara.

Lo último que vio la joven antes de que las puertas del coche se cerraran y se siguiera su camino, era aquella mirada tan penetrante que era adornada con aquella sonrisa un tanto coqueta pero a la vez tan siniestra que podría despertar grandes pesadillas.

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