El lado oscuro del ser [Quest para Fraise]

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

El día llegaba a su fin, la luna empezaba a resplandecer y una espesa neblina cubría este paramo desolado, a las afueras de la ciudad Neoeden al sur, un sendero guiaba al cementerio a través de un espeso bosque, la obscuridad prevalecía en este lugar, ni siquiera se podía ver a las estrellas por el espesor de la bruma, una pequeña villa se alza a un par de kilómetros del cementerio, en ella solo habitaban unas cuantas personas, la tecnología que tenían era muy antigua, no avanzaron mucho con el paso del tiempo, el lugar estaba prácticamente muerto, un hedor saliente de las casas daba la sensación de estar en una morgue, el entrar a esta aldea sin cuidado provocaría la ira de sus habitantes, la paranoia y el temor eran temas recurrentes en esta aldea, se podía sentir un aire de desconfianza, como si de un momento a otro se desatara una guerra entre los mismos aldeanos, todo esto surgió por culpa de los mismos hombres, redujo a esta sociedad a nada más que un despojo de lo que era la humanidad, tal era el miedo al exterior que se encerraron con paredes altas de madera, nunca debes de mencionar el mundo exterior, eso es un tabú en este lugar.

En la entrada del bosque, sentado en una rama de un árbol viejo, había un pequeño robot, parecía un pequeño juguete, sin dedos y con una expresión alegre, observaba el cielo con la esperanza de ver las estrellas que deberían de brillar esa noche

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

“espero que llegue pronto, me pregunto cómo será”

Decía el pequeño ser mientras tarareaba alegremente en este lugar tan desolado, como si disfrutara estar en este lugar, tenía que ser una máquina.

Master: debes de contar como llegas al bosque, tu interacción con los aldeanos, de ahí deberás de ubicar al NPC (el pequeño robot), y tratar de huir de la aldea. Tus posts deben contener mínimo 15 líneas de redacción (casi una hoja de Word) y tus respuestas no deben tardar más de 3 días. Por el momento lo único que te pido es la redacción de la llegada y tu encuentro con mi NPC. Suerte!

Las afueras de Neoedén eran oscuras y sombrías, a diferencia de la gran urbe de los Neovittas. La joven Fraise de la Loire lo veía como un sitio perfecto para probar su valía, especialmente porque esta vez no iba acompañada de sus sirvientes robots. Con cada paso que daba más adentraba a ese sitio de perdición, del cual muchos infortunados no habían tenido la suerte de volver a ver la luz del día. Sin embargo, eso no iba a detener a la joven Neovitta, quien deseaba mostrarle al mundo que no por ser una "chica mimada" no podía sobrevivir a tales sitios… aunque aceptaba que se le dificultaba caminar con tanta niebla.

Sus pasos le llevaron a una aldea desolada. Fraise pensó que tal vez era un pueblo fantasma, y que era el sitio perfecto para iniciar su aventura. Una vez que se adentró en el pueblo, un lugar bastante sucio y poco hospitalario, su vista se topó con un extraño hombre de mirada perdida. Había algo en él que no le daba ni una pizca de confianza, igual y solamente eran sus paranoias. Tal vez podría preguntarle algo referente a la aldea, como su historia. Se acercó lentamente al hombre mientras alzaba un poco su vestido para poder caminar mejor, y además para evitar que este se llenara de tierra.

-Ahh… ¿Disculpe, señor?-

El hombre le volteo a ver lentamente, con una mirada entre amenazante y perdida. A pesar de que ese semblante puso nerviosa a Fraise, no fue suficiente para detenerla.

-Bueno… ¿Usted sabe algo acerca de este lugar? Verá… me llamo Fraise de la Loire, vengo de Neoedén y…-
-¿Qué carajos estás haciendo aquí? ¡Lárgate, cabrona!-
-¡Ahh… lo siento, lo siento! Pero vaya geniecito que tiene…-

Se dio la vuelta unos segundos, pesando en que tal vez no era el mejor lugar para comenzar, después de todo. Pues claro, en un sitio tan sucio y lleno de humanos igual de sucios ¿Qué d bueno podría salir de un lugar de esa clase?…  de la nada un hacha voló cerca de ella, casi rozando su rostro. Alarmada volteó hacia atrás, solo para toparse con un grupo de aldeanos hostiles, todos con tridentes, hachas u hoces en manos. En ese momento se dio cuenta que ya no era seguro quedarse, no se lo pensó dos veces antes de salir corriendo de ahí.

-¡Humanos enfermos… enfermos y mugrientos! ¡Ojalá los aplaste una piedra gigante! ¡A TODOS!-

Era todo un desafío correr, con semejante vestido y con zapatos de tacón. Herramientas de diferentes tipos iban volando a su lado, y cada nuevo objeto que lanzaban pasaba más cerca de ella. Solamente podía hacer una cosa en casos como esos. Rápidamente movió sus manos en dirección a la horda de aldeanos furiosos descargó sobre ellos una fuerte ráfaga helada que logró retrasarlos en su persecución. Aprovechando la distracción siguió con su plan de escapar, la verdad es que ella no era precisamente la mejor luchadora del mundo, y aún no manejaba del todo bien sus poderes. Siguió corriendo tanto como pudo hasta que su vista se topó con la de un extraño robot, el cual le miraba fijamente. Eso se le hizo muy extraño ¿Qué era esa cosa y qué estaba haciendo en un lugar tan atrasado en tecnología? Por supuesto, no pudo evitar sentir cariño por ese pequeño robot, le recordaba a sus mucho más altos y adorados sirvientes.

-Ohhhh ¿Pero que veo? ¡Que robotito más adorable! Si pudiera te llevaría a casa conmigo-

Rápidamente cambió de opinión al ver un grupo de aldeanos acercarse a ellos de nuevo, era ahora o nunca, o dejaba a la pequeña máquina ahí o se la llevaba. Sin pensarlo dos veces, tomó al robot y empezó a correr con él en brazos ¿Por qué? Cuando esa jovencita mimada quería algo, lo obtenía, costara lo que costara. Y eso que su aventura apenas estaba comenzando, aún le faltaba mucho por enfrentar para poder salir de ese lugar de muerte...

“Hola joven señorita mucho gusto soy chip spark pero me puedes llamar chip”

Decía el pequeño robot mientras era cargado lejos de la furiosa multitud de humanos.

“Qué bueno que hayas llegado estaba aburrido de esperarte pero creo que tienes que hacer algo con esos humanos”

Decía el pequeño chip mientras se asomaba por el hombro de la joven Neovitta, para poder observar que toda la aldea estaba tras de ellos, el robotcito rio levemente mientras decía suavemente

“creo que estamos en problemas”

El pequeño robot alzo su brazo señalando a los aldeanos enfurecidos, que arrojaban cuanto podían, una piedra alcanzo a chip en su bracito, pero el no le tomo mucha importancia, el comenzó a explicar el motivo por el cual estaba en este desolado lugar

“vine aquí porque estos humanos están actuando más raro de lo normal, no estoy seguro de lo que pasa pero si no los ayudamos, lo que sea que los esté haciendo comportarse así se expanda y afecte al resto del mundo, necesito su ayuda señorita, uno de ellos tiene una llave muy importante y si no la encontramos no podremos seguir nuestro camino”

La gente del pueblo era agresiva y muy despiadada, mas sin embargo eran muy temerosos, al llegar al portón de madera, los aldeanos se detuvieron en seco, su mismo miedo y paranoia les impedía salir del pueblo, Chip salto de los brazos de Fraise aterrizando en una piedra apenas manteniendo el equilibrio, se dio media vuelta, observo a la joven neovitta y le explico la situación lo mejor que pudo

“escúchame dentro de una de estas casas hay una llave grande y oxidada que sirve para abrir la cerca del cementerio, tendrás que encontrar una forma de entrar nuevamente al pueblo, tomar la llave y evitar que los aldeanos te descubran, si te descubren asegúrate de no matarlos, algo extraño le paso a esta gente y lo más seguro es que los estén controlando el cementerio es la única pista que tenemos, así que no pierdas tiempo y ve, yo te estaré esperando aquí ve con cuidado señorita”

Master: buen trabajo, ahora tienes que explicar cómo entraras a la aldea (no puedes entrar por la entrada principal porque está bloqueada por los aldeanos) y como encuentras la llave una vez que la tengas espera instrucciones, en el camino deberás de burlar a tres aldeanos sin herirlos, Tus posts deben contener mínimo 18 líneas de redacción (casi una hoja de Word) y tus respuestas no deben tardar más de 3 días. Suerte!

Mientras seguía corriendo como alma que lleva el diablo, Fraise se preguntaba si haberse adentrado a esa aldea habría sido de verdad una buena idea ahora que una turba furiosa de mugrientos y primitivos humanos le perseguía para darle muerte. Cuando escuchó decir al pequeño robot “Creo que estamos en problema” ganas no le faltaron a la joven neovitta de lanzarlo contra la turba furiosa de aldeanos mientras le gritaba “¡Ahora solo tú estás en problemas!”; pero cuando este le empezó a explicar más acerca de la situación actual de la aldea y de lo que podría pasar si no hacían algo al respecto. Fraise no tenía la más mínima intención de ayudar a esos sucios aldeanos, para empezar ni se merecían su atención o preocupación; sin embargo, ese asunto de “afectar al resto del mundo” le puso alerta ¿Y si esa “infección” o lo que fuera llegaba a Neoedén?

Antes de poder tomar una decisión el robot saltó de sus brazos para ir a aterrizar sobre una piedra, fue en ese momento cuando Fraise notó que los aldeanos se habían detenido en la entrada de la aldea. Chip comenzó a darle instrucciones de lo que tenía que hacer para poder seguir adelante: tendría que encontrar una gran llave en alguna de esos horrendos cuchitriles para así poder acceder al cementerio del lugar. Ayudar gente, especialmente humanos, era lo que menos quería hacer la joven de cabellos rosados, pero no era como si tuviera otra opción.

-Escucha robot, la única razón por la que hago esto es porque quiero regresar a casa sin el pendiente de que la “rabia” de estos mugrosos llegue a Neoedén-

Notó que ya no podía regresar por la entrada principal, la cual estaba bloqueada por los habitantes. Fraise se vio en la necesidad de rodear la zona para ver si no encontraba otro acceso. Para su suerte pudo divisar una pequeña entrada cubierta de mala hierba. No le quedaba de otra más que entrar a gatas y ensuciar su hermoso vestido. Mientras intentaba entrar por el estrecho acceso maldecía en voz baja a todos los habitantes de la aldea, jurando que los mataría a todos en cuanto tuviera la oportunidad de hacerlo, dijera lo que dijera el robot.

Con mucho sigilo entró a una de las casas, afortunadamente ningún aldeano la percibió. Una vez dentro comenzó a buscar la famosa llave por cada rincón de la casa, sin importarle el estado en que la iba dejando. Tristemente la llave no se encontraba ahí… ya decía ella que todo estaba yendo demasiado fácil ¡Maldito el momento en el que decidió entrar a esa horrenda aldea! Antes de poder irse un hacha se enterró sobre la superficie de la puerta. Alarmada, se dio la vuelta para encarar a su agresor ¡Para su sorpresa no era uno, sino tres aldeanos, y uno de ellos poseía un tridente! Rápidamente corrió por toda la casa para evitar que alguno de esos aldeanos le alcanzara; entonces una idea llegó a su cabeza. Rápidamente subió al segundo piso a toda prisa aunque su vestido le estorbaba bastante. Una vez arriba… oh no, su plan de esconderse bajo la cama había fallado, era muy bajita para que alguien pudiera entrar.

No le quedó otra opción más que la de deshacerse de su bello traje -de todos modos ya se había ensuciado- quedando solo en un pequeño  y delicado vestido blanco. Colocó el gran vestido sobre la cama y lo cubrió con una sábana, esperando que los aldeanos cayeran en su juego. Cuando escuchó sus pasos, no dudó en salirse por la ventana con mucho cuidado. No tardó en escuchar a los aldeanos golpear la “carnada” con sus herramientas, la joven neovitta estaba aterrada, nunca se había topado con humanos tan hostiles… en general, nunca había tenido la mala suerte de encontrarse seres tan hostiles. Su cuerpo temblaba, no de frío sino de miedo, no quería otra cosa que volver a casa y darse un buen baño de burbujas… No, ese era el momento de lucirse y salir adelante en esa nueva aventura que más bien parecía una desventura.

Fraise dejó de lado su miedo y con mucho cuidado caminó al tejado de la siguiente casa, para su suerte ningún aldeano la interceptó. Entró por la ventana rezando para que nadie estuviera allí. La casa era considerablemente más pequeña, así que la revisión sería más rápida ¡Pero qué suerte, ahí le esperaba la llave sobre una destartalada mesa! Sin hacer demasiado ruido tomó la llave con ambas manos ¿Y ahora qué podría hacer? Solamente regresar por donde había llegado. Con pasos sigilosos salió de la casa, yendo por la zona trasera. Cuando encontró el pequeño acceso por el que había llegado se arrastró con mucho cuidado de hacer escándalo con la pesada llave. En cuanto interceptó a Chip, caminó hacia él mientras le mostraba la llave.

-Aquí está... ¿Qué hacemos... ahora?-